Rivalidad entre hermanos: De los consejeros
De Jenna y Jordan:
Jenna: Yo soy dos años mayor que Jordan y creo que nos la llevamos verdaderamente bien. Cuando de hecho peleamos, es acerca de quién tiene primero la computadora o qué programa de TV queremos ver en la mañana. Nos disgustamos de verdad, levantamos la voz y nos desentendemos de la situación. Una vez discutimos no lo mencionamos más… al menos por un día o dos y entonces ¡vuelve a suceder lo mismo! Somos dos personas muy diferentes y por lo tanto no competimos ni nos ponemos celosos el uno del otro. Bien, eso no es totalmente cierto. Claro está que yo me pongo un poco celosa porque él es muy buen atleta y recibe gran atención por la cantidad de clases difíciles, pero nunca dejo que los celos afecten nuestra relación. Lo quiero porque es mi hermano, es un gran muchacho y sé que siempre estaremos ahí el uno para el otro.
Jordan: En años anteriores teníamos la tendencia a pelear por pequeñas cosas, como les sucede a todos los hermanos. A medida que crecimos comenzamos a llevarnos mucho mejor. Los dos tenemos calificaciones similares en la escuela y tenemos intereses diferentes, así que no tenemos mucho sobre qué competir. En realidad nos ayudamos mucho en todo, desde la escuela hasta en las amistades y más. Hablamos acerca de asuntos personales que no podemos hablar con nadie más. A veces me pongo un poco celoso de las cosas que ella tiene, como su auto y su licencia de conducir o de la libertad que va con ser mayor. Pero supongo que ¡pronto las tendré también! Quiero a mi hermana y nos llevamos muy bien.
De Joyce
Mi hermana es un año mayor que yo y compartimos el cuarto desde que yo tenía 3 años. Somos muy, muy íntimas, en realidad demasiado íntimas y por lo tanto peleamos TODO el tiempo. Nunca es nada serio. Las causas de nuestros conflictos son tan tontas que nunca las recuerdo… así, a veces, es sobre una determinada palabra que he usado o tal vez solamente porque mi hermana le dio un abrazo a mi osito y yo me vuelvo muy posesiva o algo así. Realmente no terminamos pidiendo disculpas a menos que mamá nos obligue a hacerlo. Sencillamente fingimos que nada ha sucedido, como si todas nuestras peleas fuesen solamente uno de nuestros juegos. A veces empezamos peleando sólo por diversión y al aumentar la tensión nos ponemos iracundas y realmente peleamos como si fuera por nuestras vidas o algo así. Yo soy siempre la más feroz. Creo que es perfectamente normal que los hermanos peleen y ahora que soy una adolescente hasta pienso que son ¡dulces recuerdos! Mi enfoque es que si no es nada serio, no le decimos a mamá. Los adultos no siempre entienden porqué los niños pelean por cualquier cosa, y no es divertido terminar ambos regañados, ¿de acuerdo? Claro está que se les debe contar a los padres acerca de ello si se está volviendo difícil de controlar… por ejemplo si tu hermano te ataca físicamente o algo así.
De Leah
Mi hermana y yo (aunque tenemos gran diferencia de edad) nos inclinamos a estar en desacuerdo acerca de qué actividades hacer. O cuando éramos más jóvenes, me golpeaba y yo me metía en problemas. También cuido de mi hermana, así que eso también crea conflictos de autoridad. Se vuelve un conflicto de voluntades, o cuando una de nosotras siente que la otra SIEMPRE se sale con la suya. A veces la situación no se resuelve bien, pero la mayor parte del tiempo llegamos a un compromiso. Hacemos un paseo al aire libre que una de nosotras desea y dejamos que la otra escoja una actividad más tarde. Trata de lograr que tu relación con tus hermanos funcione. Se es niño sólo una vez e independientemente de cómo te sientas ahora acerca de tus hermanos, seguramente valorarás su amistad cuando crezcas.
De Johanne
Yo tenía una relación pavorosa con mi hermana menor. El primer problema era la diferencia de edad, porque yo soy 9 años mayor. Fue difícil conocerla y pasar tiempo con ella en cuanto nuestros intereses eran tan diferentes. Yo estaba cambiando física y emocionalmente, y mi hermana miraba RugRats en Nickelodeon. A medida que crecía, nuestros conflictos eran principalmente acerca del hecho de que mi madre le permitía hacer cosas que yo no podía hacer cuando tenía su edad. Siempre me encontré diciendo: «Cuando tenía su edad, no me hubieras dejado hacer eso». Cuando se graduó de 5.° grado, mi hermana se pintó las uñas. ¡Yo me pinté las uñas por primera vez cuando estaba en el 11.° grado! ¿Ves la diferencia?
Mientras más crece, más fácil se vuelve entendernos. Ahora que estoy cerca de los 20 y ella tiene 11, nuestros problemas consisten en su mayoría en que no paso suficiente tiempo con ella o que ella toma cosas prestadas sin pedirme permiso o que no las devuelve en la manera debida. Resolvemos las cosas disculpándome y luego persuadiéndola para que me diga cómo se siente, y entonces diciéndole por qué hice o dejé de hacer algo. He aquí mi consejo para otros «hermanos mayores»: No sientan que tienen demasiada edad o que eres muy maduro para pedir disculpas. A pesar de que es extraño al principio, aprende a ser modesto y a pedir disculpas cuando hayas hecho algo mal o hayas herido a tu hermana o hermano menor. Es la mejor lección que les puedes enseñar acerca de ser una persona buena y honesta. Trata de ponerte en su lugar y recuerda cómo te sentías cuando tenías la edad de ellos.
http://pbskids.org/itsmylife Copyright © 2005 CastleWorks, Inc. All rights reserved.
|