Bueno, digamos que tú y tu amigo se han disculpado el uno con el otro y han decidido que no quieren pelear más. ¿Cuál es el paso siguiente? Bien, tienen que trabajar para reconstruir la amistad de manera que sea tan fuerte como era antes de que empezaran a pelear. Aquí te brindamos algunas ideas que pueden ayudar:

Redescubran lo que los hizo amigos
Una buena forma de terminar una pelea es, en primer lugar, recordar las razones por las cuales se hicieron amigos. Si tienen una actividad preferida que les gusta hacer juntos, ¡dediquen algo de tiempo para hacerla! Hablen acerca de las cosas que realmente les gustan de ser amigos y de las formas en que su amistad hace que la vida sea mejor.

Dejen la pelea en el pasado
Para muchas personas es común guardar rencor o «llevar la cuenta» cuando se trata de peleas pasadas. Pero si quieren que su amistad sea más fuerte, tienen que dejar atrás la pelea. Cuando se presenten conflictos futuros (que SE PRESENTARÁN), no saquen a relucir la antigua pelea o las emociones que sintieron durante ella. En otras palabras, lo pasado, pasado está; hagan las paces y mejor no le den vueltas al asunto (¡y cualquier otra frase por el estilo que quieran agregar a la lista!).

Sigan adelante
Una vez que la pelea quede atrás, pueden concentrarse sólo en ser amigos otra vez. Trátense mutuamente con sinceridad, sensibilidad y respeto, y sigan mirando hacia delante, no hacia atrás. Cuando en el futuro haya conflictos, pueden intentar ocuparse de ellos inmediatamente, antes que dejar que se vuelvan la clase de peleas que realmente pueden dañar su amistad.

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