No está escrito que todas las amistades tengan que durar. Es triste pensarlo, pero tal como sucede con otro tipo de relaciones, a veces se terminan o se van apagando. A veces ponemos lo mejor de nosotros para solucionar los problemas que hay en una amistad, pero vemos que no podemos hacerlo. Eso nos pasa a todos.

Las personas cambian
A medida que las personas crecen, empiezan a cambiar sus intereses, actitudes, creencias y comportamientos. Estos cambios pueden tener grandes efectos sobre las amistades. Quizás empezaste a estar con alguien porque a los dos les gustaba andar en monopatín, pero ahora has pasado a hacer otras cosas y la otra persona, no. O quizás los cambios son más grandes y tienen que ver con la forma en que ves el mundo o con tus actitudes con la vida.

Las amistades deben ser lo bastante flexibles para sobrevivir a ciertos tipos de cambios, pero si ves que los cambios han creado diferencias que no puedes superar, puede ser el momento de abandonar esa amistad.

La amistad debe ser buena para ti
Tenemos amigos porque hacen que nuestra vida sea más divertida, más valiosa o más llevadera. Las amistades no son sólo arcoiris y risas: debemos mantenernos con nuestros amigos tanto en los momentos malos como en los buenos. Pero si un amigo no te causa más que problemas, tensión y dolor, o descubres que esa amistad es un montón más de trabajo para ti de lo que es para la otra persona, entonces podrías considerar la terminación de la relación.

Los amigos difíciles NO SON mejores que ninguno
Por más difícil que sea de creer, a veces es mucho mejor pasar un tiempo sin tener una amistad estrecha que aferrarse a una que cause dolor. A la mayoría de nosotros no nos gusta estar solos, pero no es realmente amigo aquél que llena nuestra vida de dolor y problemas. Probablemente sea el momento de alejarte y concentrarte en encontrar amigos que lo sean de verdad.

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