significa todo un grupo de jóvenes que se la toman con alguien. En cualquier situación o forma, las bravatas nos hacen sentir deprimidos, lastimados y solos. No nos permiten disfrutar las actividades ni los lugares que forman parte de nuestra vida.
Las bravatas suceden en todas partes, tanto en nuestro pueblo como en París, Francia. Suceden a cada minuto y han sucedido siempre. Debido a que son tan comunes, muchos adultos piensan que las bravatas sencillamente forman parte de nuestro crecimiento. Probablemente usted ha oído algo como «no se deje» o «tiene que ser más fuerte».
Pero, ¿por qué algo que puede amargar tanto a una persona tiene que ser parte del crecimiento? La respuesta es que ¡no tiene que ser así! Cada uno de nosotros tiene derecho a sentirse seguro en la vida y sentirse bien consigo mismo. Por eso, Es mi vida (EMV) pone a nuestra disposición esta guía básica sobre cómo tratar a los bravucones.
Veamos primero las diferentes clases de bravatas:
Bravata física significa:
- Golpear, patear o empujar a alguien… o aun amenazar con hacerlo
- Robar, esconder o estropear las cosas de alguien
- Obligar a alguien a hacer algo que no quiere hacer
Bravata verbal significa:
- Poner apodos
- Burlarse
- Insultar
Bravata social significa:
- Negarse a hablar con alguien
- Difundir mentiras o rumores acerca de alguien
- Obligar a alguien a hacer algo que no quiere hacer
¿Qué tienen en común estos hechos? Son ejemplos de distintas maneras en que una persona puede hacer sentir lastimada, temerosa o incómoda a otra persona. Cuando estos hechos se dirigen a la misma persona más de una vez, y generalmente se repiten varias veces durante un período de tiempo largo, eso es bravuconear.
La razón por la cual un joven quiere bravuconear a otro es ésta: cuando hacemos que alguien se sienta mal, obtenemos poder sobre esa persona. El poder hace que la gente se sienta mejor que la otra persona, y eso los hace sentirse muy bien consigo mismos. El poder nos permite destacarnos de la multitud. Es una manera de lograr que otros jóvenes, e incluso los adultos, nos presten atención.
Pero, ¿por qué alguien necesita lastimar a otro para sentirse bien consigo mismo o para que le presten atención? Eso es lo que examinaremos en la sección siguiente llamada ¿Quién es un bravucón?