Reprimida
Las cosas en la casa de Jamie no habían estado bien últimamente. Jamie se había ido a acostar escuchando discutir a sus padres casi todas las noches de la semana anterior. Parecía que eso era todo lo que hacían últimamente. Una noche después de la cena sus padres se sentaron con ella y le dieron la noticia: se iban a divorciar.
Su padre le aseguró que no era su culpa y que tanto él como su madre la querían mucho. También le preguntó si quería hablar de sus